sábado, 27 de abril de 2013

como tratar las lesiones musculares


Como tratar las lesiones musculares

Como tratar las lesiones musculares


Si atendemos las lesiones musculares atendiendo a su origen podemos

clasificarlas en dos grandes grupos:

1/ Aquellas lesiones sin componente traumático, donde es el sobreesfuerzo

el que causa las molestias o limitaciones físicas, como sucede con

los calambres y las contracturas.



2/ Las lesiones ocasionadas por un traumatismo, bien de origen externo,

como las contusiones musculares, o bien intrínsecas al músculo, como él

tirón o distensión muscular y el desgarro o rotura de fibras (total o

Parcial.



Esquema básico de recuperación.

El esquema que dirigirá toda recuperación de una lesión muscular podría

ser el que detallo. En las primeras 48 horas el reposo del músculo es

crucial, sea en forma de descanso activo para sobrecargas y ciertas

contracturas (entrenamiento más corto y suave que el habitual) o en forma

de reposo total (que puede sustituirse por piscina, estiramientos o

gimnasia muy suave) en el caso de las distensiones más fuertes e incluso

tirones o pre-roturas fibrilares.



En estos dos primeros días deberemos ser generosos en la utilización de

hielo ( con bolsas de gel o cubitos aplicados sobre una fina tela y nunca

directamente sobre la piel), hasta 20 minutos cada 2 ó 3 horas.

Otra medida clásica es la compresión o vendaje para sujetar de la forma

más funcional posible el paquete muscular afectado, así como la elevación

del miembro lesionado.



En cuanto a las medidas antiinflamatorias farmacológicas es de elección.

A partir del tercer día, la movilización leve y los ejercicios isométricos

seguidos de suaves estiramientos suelen funcionar, sobre todo precedidos

de calor local seco o con pomada. Es el momento de iniciar la forma

reglada (como entrenamiento sustitutivo) el trabajo en piscina o bicicleta

y también las caminatas mas o menos fuertes.

Desde el cuarto o quinto se inicia la recuperación funcional con masaje y

maniobras terapéuticas de bombeo miofascial y estiramientos suaves. Se

suprime progresivamente el calor superficial y la toma de fármacos.



Las contusiones.

Son aplastamientos de los tejidos por choque o compresión. Sus

manifestaciones son dolor local con derrame o hematoma, que ira cambiando

progresivamente de coloración.

En las primeras 48-72 horas no dar calor ni masaje. El tratamiento será

reposo muscular y frío sobre la contusión. El vendaje que pongamos puede

contener una gruesa capa de pomada antiinflamatoria.

Al cabo de tres días pueden aplicarse maniobras de masaje



Los calambres.

Se tratan, en un primer momento, con estiramientos suaves y calor húmedo,

para más tarde realizar masaje calmante a base de pases sedantes lentos

pero progresivamente profundos.

El cuidado de este tipo de lesiones para por utilizar con asiduidad baños

calientes, añadiendo sal gruesa o sales de baño calmantes, y ligeros

masajes antes y después de correr.

Completar la dieta con aporte vitamínico y mineral (banana, naranja,

...), agua en abundancia y sales (verduras).



La contractura.

Es la contracción mantenida de una porción muscular, un músculo o grupo de

éstos, que evidencia desórdenes bioquímicos por fatiga.

El tratamiento consiste en un masaje general de descarga sobre todo él

músculo, aplicado por un especialista. El calor seco y las pomadas de

metil-salicato o similares suelen funcionar muy bien, aplicadas al levantarnos o antes

de correr o hacer cualquier actividad física.



El tirón.

Supone una excesiva tensión de las fibras musculares, que son sorprendidas

por un movimiento violento (distensión) al limite del desgarro (pre-rotura

fibrilar).



La aplicación de hielo en los primeros días y en el momento maniobras de

elevación y estiramiento son de urgencia. Transcurridos unos días se puede

aplicar masaje suave. La prevención pasa por hacer estiramientos suaves

después del ejercicio físico, incidiendo en los músculos que más sufren

este tipo de lesiones: gemelos, abductores, bíceps femoral y recto

anterior del cuadriceps; los baños de agua fría con sal gruesa; el masaje

de descarga habitual y no forzar los días que estemos más cansados.



Rotura fibrilar o desgarro.

Casi siempre es una rotura parcial de pocas fibras. Si hay una extensión

importante el masaje esta totalmente contraindicado. En los dos o tres

primeros días aplicamos frío y compresión con reposo, que puede llegar

hasta una semana o dos.



Lo más importante es valorar la lesión, pues su hay gran separación de los

cabos lesionados o extremos del músculo afectado, el tratamiento

conservador tendrá poco éxito y habremos de recurrir a la cirugía, pues la

cicatrización muscular puede no estar garantizada y las secuelas podrían

ser importantes.



Caso aparte supone las lesiones musculares antiguas con pequeños o

grandes desgarros más o menos cicatrizados que evidencian siempre zonas

débiles por donde puede repetirse la lesión o crearse una nueva. La

recuperación funcional en todos estos casos de desgarro ha de ser

exquisita y debe ser realizada por un médico deportivo

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